Estados Unidos levantó las restricciones a los viajes turísticos en aeropuertos y fronteras terrestres, una medida que ha estado vigente durante 19 meses y que en este primer día de apertura devolvió a los aeropuertos su habitual bullicio, sin que hasta el momento se hayan registrado retrasos ni incidencias de importancia.

Desde el día de los turistas pueden acceder al país con una prueba de vacunación más un test PCR negativo, una medida que lo equipara a la que la mayoría de países aplican a sus visitantes y que venía siendo reclamada por el sector turístico.

Las terminales de llegadas del principal aeropuerto de Nueva York, el John F. Kennedy (JFK), volvieron a bullir este lunes con la llegada de un buen número de viajeros, turistas o personas que ansiaban un reencuentro familiar.

Igual que Kim, una joven que ha venido a visitar a su pareja, a la que lleva meses sin ver: “Todo ha ido muy bien en el viaje. El vuelo estaba llenísimo pero a la llegada no ha habido ningún problema”.

Además de la obligación de la vacuna los pasajeros internacionales deberán presentar un prueba negativa de covid (PCR o antígenos) realizada tres días antes del viaje a Estados Unidos.

Los viajeros internacionales completamente vacunados no deberán cumplir cuarentena una vez llegan a territorio estadounidense, pero sí tendrán que facilitar datos de contacto para que se realice el rastreo en caso de contagio.