Este 29 de junio, la cámara de representantes de Estados Unidos votó a favor de retirar las estatuas que hay en el Capitolio, en honor a líderes confederados y supremacistas. Esta propuesta pretende eliminar los símbolos prominentes del racismo en el país.

Con 285 votos a favor y 120 en contra, la cámara aprobó la legislación y, si el senado ratifica el proyecto, las estatuas de Roger B. Taney, Jefferson Davis y otros 12 líderes supremacistas deberán ser retiradas del Capitolio.

«No podemos cambiar la historia, pero ciertamente podemos dejar en claro lo que honramos y lo que no honramos», dijo el representante demócrata Steny H. Hoyer a The New York Times. «Los símbolos de odio y división no tienen cabida en los pasillos del congreso».

Ciertamente, el proyecto de retirar las estatuas de líderes confederados del capitolio tiene miras a ser aprobado por el senado. La mayoría demócrata en el congreso pone en aprietos al Partido Republicano, donde varios de sus integrantes se oponen a la propuesta por motivos «ideológicos y filosóficos».

RETIRAR LAS ESTATUAS DEL CAPITOLIO, UNA DECISIÓN EN BUSCA DE LA IGUALDAD

Y es que el proyecto no finaliza con la eliminación de estas estatuas. De hecho, la propuesta plantea reemplazar dichos monumentos por unos nuevos que conmemoren la lucha por la igualdad de derechos.

Desde el arribo a la presidencia de Joe Biden, la cámara y el senado han dado el visto bueno a varios proyectos que enaltecen a las comunidades históricamente flageladas en Estados Unidos. Por ejemplo, el 16 de junio el congreso aprobó la creación de un día feriado para conmemorar el fin de la esclavitud.

En enero, el senado anuló un veto del expresidente Donald Trump para promulgar una legislación que ordenaría a los militares eliminar los nombres de los líderes confederados de sus bases.

Muchas de las estatuas que se retirarían del Capitolio fueron erigidas a principios del siglo XX. Entre ellas se encuentra la de Taney, quien como líder de la corte suprema pronunció la decisión de Dred Scott, que negó los derechos de ciudadanía a las personas de ascendencia africana.