El tribunal del Estado de Ciudad del Vaticano comenzó este martes la primera audiencia del juicio que sienta en el banquillo por primera vez a un cardenal.

Se trata de Angelo Becciu, exprefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, acusado por un delito de corrupción relacionado con inversiones inmobiliarias.

Junto con el cardenal también están imputadas nueve personas en el juicio que comenzó el Vaticano.

Se enfrentan el cardenal y los otros imputados en el juicio que desarrolla el Vaticano a acusaciones de delitos de malversación de fondos, blanqueo de dinero, fraude y abuso de poder.

Los delitos se habrían cometido durante la irregular inversión de unos 350 millones de euros en un edificio de Londres.

Un cardenal a juicio en el Vaticano 

En 2019, la prensa italiana publicó que algunos funcionarios vaticanos habían sido suspendidos de empleo tras detectarse «graves indicios» de corrupción en un caso de inversiones inmobiliarias.

Se destapó entonces un escándalo que se remontaba a 2013, cuando la Secretaría de Estado compró un edificio en Londres y destinó fondos del Óbolo de San Pedro.

Es la institución que recoge donaciones de católicos para financiar obras caritativas de los papas y su actividad.

El cardenal renunció a sus derechos como purpurado, pero conservó su título y no podrá participar en un futuro cónclave. 

Por aquel entonces, Becciu era el responsable de esas operaciones, pues ocupaba el cargo de sustituto para los Asuntos Generales.

Dejó el puesto el cardenal en 2018 tras ser designado por el papa Francisco prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos hasta septiembre de 2020 y ahora el Vaticano lo somete a juicio.

Becciu siempre ha negado las acusaciones y en septiembre de 2020 presentó su renuncia como prefecto de la Congregación vaticana, a petición del pontífice argentino.