«Los pies sobre la Tierra, pero los ojos en Marte»: Argentina lanza un innovador proyecto espacial para recrear la vida en el ‘planeta rojo’ Camila Rubio febrero 9, 2021 MUNDO En medio de una pandemia que puso en crisis al sistema sanitario mundial, sumado a la emergencia climática por el irreversible calentamiento que sufre la Tierra, Argentina puso sus ojos en otro planeta: Marte. «Hoy las empresas aeroespaciales más importantes del mundo investigan y gastan mucho dinero averiguando cómo llegar al ‘planeta rojo’. Nosotros queremos saber cómo es vivir en él», explica Martín Bueno, cofundador del proyecto ‘Solar 54’, una iniciativa científica que busca simular la experiencia de hábitat en Marte, aunque sin despegar del territorio nacional. Bueno es, además, cofundador de la compañía ‘SmartCultiva’, dedicada a desarrollar dispositivos y software de tecnología avanzada para procesos sofisticados de la agroindustria. La empresa había sido convocada desde los EE.UU. por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) para medir la humedad del suelo en cultivos espaciales. Esa experiencia impulsó al especialista y su empresa a diseñar un proyecto similar en Argentina. El mismo consistía en la creación de un centro de investigaciones que imitara al ecosistema de otro planeta y en donde los científicos pudieran permanecer alojados. Fue así como, a mediados del 2020, el especialista tomó contacto con las autoridades del Gobierno de La Rioja, provincia al norte del país. La elección no fue casual. Aquel departamento contaba con características de suelo que lo hacían muy similares al ‘planeta rojo’. En especial, su territorio conocido como ‘Los Colorados’, una reserva natural despoblada que, tanto por su fisionomía como por su clima, la convertían en un escenario único. «No podemos afirmar que su tierra es idéntica a la de Marte, pero sí que se asemeja como ningún otro lugar en el mundo», agrega Bueno. Base del proyecto ‘Solar 54’ en Los Colorados, provincia de La RiojaCortesía de Martín Bueno, cofundador del proyecto El material del futuro «parque de innovación espacial» estará conformado por cinco domos, cuyo material será el mismo que se usaría en la superficie de Marte en caso de que un día se inicien construcciones similares allí. Estas cápsulas cumplirán funciones diferentes: una estará destinada a la generación de hidrocultivos, es decir, a la producción de plantas en sistemas completamente cerrados y con fines alimenticios. Otra se utilizará para programas de investigación y de desarrollo científico. También habrá un área para las habitaciones y la recreación. En el mundo, retoma Bueno, «solo hay unas 11 bases similares de las cuales siete están activas». La Rioja, una provincia «espacial» La provincia donde se erigirá el ‘Solar 54’, previsto para comenzar su construcción a mitad de año, ya tiene antecedentes con la actividad espacial. Entre el 27 de abril de 1962 y el 20 de marzo de 1974, en el departamento de Chamical, se lanzaron por primera vez en la Argentina cohetes hacia el espacio con fines investigativos. El antecedente coincide, además, con que La Rioja comparte territorio junto a otras provincias en el ‘Valle de la Luna’, una zona muy similar en aspecto al satélite que nos alumbra todas las noches. Por eso, para el español y analista espacial, Armengol Torres, el proyecto tiene una relevancia internacional ya que «no es habitual que ocurra en países que no están en la primera línea de la investigación espacial». Asimismo, el especialista asegura que habrá resultados «intangibles y tangibles». «Entre los primeros, y será una medalla para las autoridades de la provincia, estará el de despertar una vocación del tipo científico espacial entre los jóvenes. Por eso, además, recomiendo que este lugar sea un centro de visitas de escuelas para fomentar la curiosidad de los niños», explica Torres. Base del proyecto ‘Solar 54’ en Los Colorados, provincia de La RiojaCortesía de Martín Bueno, cofundador del proyecto Sobre este punto, Javier Tineo, secretario de Ciencia y Tecnología de La Rioja, adhiere que el incentivo que se pueda lograr en las nuevas generaciones será fundamental para el desarrollo científico de la provincia y, además, una invitación a que el resto de las localidades del país también participen. «Somos anfitriones territoriales, pero carecemos de activos en términos de recursos humanos específicos. No tenemos ingenieros espaciales o astrónomos. Por eso queremos que los jóvenes se apropien de esta experiencia, lo que va a darle también al proyecto una sustentabilidad a largo plazo», aseguró el funcionario. La iniciativa de ‘Solar 54’, retoma el analista espacial, también permitirá llevar adelante trabajos sobre biodiversidad y microbacterias que, dado el contexto de Los Colorados, serían muy favorables para futuras investigaciones. «Podrán extraerse resultados que luego se vuelquen a otras ramas de la ciencia, como la farmacéutica o la ingeniería y construcción», detalla. Otro elemento que Torres resalta es el atractivo que tendrá para las organizaciones mundiales que invierten dinero con foco en la carrera espacial: «En una base de estas características se pueden probar dispositivos que pronto van a ser enviados a Marte, como taladros robots. Cada vez hay más capital privado que está apostando en ellos y antes de 50 años el hombre va a llegar al ‘planeta rojo'». En cuanto a lo increíble que pueda parecer este tipo de iniciativas para el común de la gente, el especialista asegura que, si bien el hombre tiene los ojos en Marte, «los pies siempre deben estar sobre la Tierra».