La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) pidió transparencia a farmacéuticas para garantizar suministros de vacunas anticovid, para que las dosis no sean acaparadas por los países con mayor capacidad de compra.

Gran parte de las limitadas primeras dosis ya fueron acaparada por países como Estados Unidos y el Reino Unido, así como por la Unión Europea (UE), dejando muy poco para otros países a corto plazo», subrayó en un comunicado el codirector ejecutivo de la campaña de acceso de MSF, Sidney Wong. 

Ambas compañías, según la organización, se reservaron información importante que podría ayudar a otros fabricantes a desarrollar una vacuna y así aumentar los suministros globales que, según MSF, deberían ser distribuidos de acuerdo con los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Además, tanto Pfizer como Moderna no revelan los costes de fabricación de sus vacunas y las venderán a un precio más alto de lo que ha costado elaborarlas, al contrario de otros desarrolladores como AstraZeneca que se han comprometido a no obtener beneficio económico de sus vacunas anticovid mientras dure la pandemia.

«Ninguna compañía debería poder obtener beneficio de la pandemia», destacó la representante de MSF para Estados Unidos Dana Gill.

Moderna, que ha recibido dos mil 500 millones de dólares de fondos públicos estadounidenses, pretende vender la vacuna a entre $50 y $70 por persona para los países desarrollados y todavía no está claro el precio para las naciones más pobres.  Por otro lado, Pfizer y su socio BioNTech, que recibieron casi 443 millones del Gobierno alemán y 118 millones del Banco Europeo de Inversiones, planean vender su preparado a $40.

MSF aseguró que esto no es solo una cuestión de precios y suministros, sino también de capacidad de distribución, ya que ambas vacunas requieren ser transportadas a temperaturas ultrafrías, lo que complica un acceso equitativo, sobre todo para los lugares con pocos recursos donde trabaja la organización.