El primer ministro de la provincia canadiense de Ontario, Doug Ford, declaró este viernes el estado de emergencia y dijo que utilizará todos los recursos de su Gobierno para poner fin al bloqueo que desde hace dos semanas llevan a cabo camioneros para protestar por las medidas de protección ante el COVID-19.

Ford denunció que las acciones de los camioneros «ya no constituyen una protesta» sino «una ocupación ilegal» y «un asedio” a la capital del país, Ottawa, y que además ha cortado de nuevo el principal puente fronterizo con Estados Unidos, donde cada vez más fábricas de automóviles están recortando su producción por falta de componentes.

Ford pidió a los manifestantes que se marchen a casa y amenazó con fuertes multas, pero evitó amenazar con una acción policial inmediata para despejar las calles: “Quiero dejar muy claro que yo no, repito, no dirijo a la policía”, afirmó.

«Nosotros hacemos las leyes. La policía hace cumplir las leyes. Pero, de nuevo, no podemos tener a gente ocupando ciudades, teniéndolas como rehenes, teniendo a millones y millones de personas como rehenes y a decenas y decenas y decenas de miles de personas (que) no pueden ir a sus trabajos».