El crimen del bebé de nueve meses, Yaelvis Santoyo, a manos de la Guardia Costera de Trinidad y Tobago en brazos de su madre a bordo de una embarcación el pasado sábado 5 de febrero, ha generado rechazos, presión internacional y amenazas por parte del “hampa venezolana” hacia este cuerpo de seguridad, aseguraron fuentes superiores de inteligencia de ese cuerpo de seguridad.

“Fuentes superiores de la guardia costera de inteligencia y otras fuentes de inteligencia confirmaron que el pasado martes se realizó una reunión de seguridad de alto nivel, luego de recibir información sobre la amenaza relacionada con el incidente del domingo”, reseñó la página Guardian Media.

Presuntamente, varios departamentos de la Guardia Costera recibieron un correo electrónico titulado “Nivel de amenaza elevado”, cuyo texto reza:

“Tenga en cuenta que la amenaza impuesta contra la Guardia Costera ha sido elevada. Como tal, TODOS los oficiales y marineros deben ejercer sumo cuidado y atención durante la ejecución de sus funciones. Además, debe estar al tanto de su entorno personal y se le recomienda encarecidamente que no use uniforme cuando no esté en servicio real y en público”.

“Elementos del hampa de Venezuela y otros han enviado amenazas después del tiroteo”, reveló una fuente de inteligencia, reseñó Guardian Media.

Ante esto, el primer ministro de TyT, Keith Rowley, calificó como “un accidente” el asesinato del bebé al tiempo que defendió el trabajo de los guardacostas.