El balance de muertos por los terremotos que sacudieron la prefectura de Ishikawa, en la costa oeste de Japón, ascendió a 78, declaró el primer ministro japonés, Fumio Kishida.

El discurso del primer ministro se transmite por todos los canales de televisión principales de Japón y en línea. El 1 de enero un terremoto de magnitud 7,6 sacudió la península de Noto, en la costa occidental de Japón.

Fue el sismo de mayor intensidad desde que comenzaron los registros en 1885, de acuerdo con la Agencia Meteorológica de Japón (JMA, por sus siglas en inglés).

Al temblor, cuyo foco se localizó a escasa profundidad, le precedió minutos antes un terremoto de magnitud 5,7 y posteriormente se registraron en la zona múltiples réplicas, una de ellas de magnitud 6,1.

El terremoto se sintió en una amplia zona, desde la prefectura de Aomori, en el noreste de Japón, hasta la región de Kyushu, en el suroeste, obligó a suspender el servicio de trenes bala y dejó sin luz más de 32.000 hogares.

En un principio se emitieron alertas de tsunami para las zonas costeras de cinco prefecturas, pero las olas no alcanzaron la altura que se temía.