Puede que la mantequilla sea alta en grasas saturadas, pero la margarina es un alimento ultraprocesado. Saber cuál de las dos es más saludable no es sencillo.

La mantequilla ha sido un producto básico durante siglos, mucho antes de que la margarina apareciera en escena a principios del siglo XX.

Sin embargo, a mediados del siglo XX, la gente comenzó a reemplazar la mantequilla por margarina debido al consenso de la época de que todas las grasas eran malas para la salud.

La atención se enfocó específicamente en las grasas saturadas, que son las que contiene la mantequilla.

En Australia ha habido un aumento en el consumo de mantequilla en los últimos años en comparación con la margarina, dice Clare Collins, profesora de nutrición y dietética de la Universidad de Newcastle en Australia.

«Hay mucha confusión en torno a la mantequilla, incluidos los tipos de grasa, así que tal vez la gente haya vuelto a comer lo que le gusta más», dice.

Los científicos llevan décadas investigando los beneficios para la salud y los costos de los diversos productos para untar. Y cuando se trata de mantequilla y margarina, hay mucho que desentrañar.

Alimentos ultraprocesados

Si bien la mantequilla se considera un «ingrediente culinario procesado», la margarina es un alimento ultraprocesado, de acuerdo con el sistema de clasificación de alimentos procesados más utilizado.

Numerosos estudios han relacionado los alimentos ultraprocesados con efectos nocivos para la salud como la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas.

Sin embargo, no hay evidencia a largo plazo que compare específicamente los efectos sobre la salud de la mantequilla y la margarina.

Esto se debe en parte a que algunos estudios que analizan los efectos de distintos alimentos sobre nuestra salud agrupan la mantequilla y la margarina en un mismo tipo de alimento, junto con otros.

Un estudio, por ejemplo, encontró que los «untables» están asociadas con un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, pero la investigación tendrá que ser más detallada que esto, dice Melissa Lane, becaria de investigación postdoctoral de la Universidad de Deakin en Australia.