En opinión del excandidato presidencial Henrique Capriles Radonski, el informe presentado este viernes 12 de febrero por la relatora especial de las Naciones Unidas, Alena Douhanno refleja apropiadamente la realidad venezolana, si bien no ofreció ninguna prueba que sustentara su crítica.

En Twitter, el político acusó a Douhan de no haber «sabido darle una lectura correcta a la causa de lo que sufren los venezolanos», de no consultar con el pueblo sufriente y de «repetir la narrativa trasnochada» del Partido Socialista Unido de Venezuela, que insiste en el peso que han tenido las sanciones en la debacle económica y social de la nación.

En una rueda de prensa celebrada a inicios de la tarde de ayer, la representante de la ONU ofreció abundantes detalles que dan cuenta del indubitable efecto que han tenido las medidas coercitivas unilaterales impuestas por Estados Unidos, algunos países de la Unión Europea y el Reino Unido sobre la industria petrolera, principal fuente de ingresos del país y exhortó a esas naciones a desmontar ese esquema de agresión extraterritorial, que amén de ilegal, violenta los derechos humanos de millones de personas.

«Exhorto a los Estados a levantar y reevaluar las sanciones, tomando como base los principios humanitarios y la soberanía de otros Estados. Reconozco los efectos devastadores de las sanciones unilaterales sobre los derechos humanos en Venezuela, como salud, educación, alimentación y desarrollo. El endurecimiento de las sanciones ha socavado el potencial impacto de las reformas [económicas] así como la capacidad del Estado para implementar proyectos sociales. Las sanciones impuestas al gobierno venezolano y sus compañías afectan al pueblo venezolano, como mujeres, niños y personas con condiciones crónicas de salud», dijo al respecto.

La relatora aseguró que se había reunido, además de con funcionarios, con representantes de «todo el espectro de la oposición, de organizaciones nacionales e internacionales, con la Iglesia católica, con personal médico y, lo más importante, con víctimas de violaciones a los derechos humanos».

Entre otros datos, Douhan puntualizó que Venezuela debe sobrevivir con apenas el 1% de los ingresos que tenía hace unos cinco años y que países como Reino Unido, Estados Unidos y Portugal se niegan a entregar al gobierno fondos del Estado venezolano depositados en sus bancos, indispensables para la adquisición de suministros médicos y vacunas en el contexto de la pandemia.

Asimismo, destacó que el gobierno estadounidense había otorgado el control de los activos venezolanos en ese país a Juan Guaidó, incluyendo Citgo Petroleum, la principal compañía venezolana en el exterior.

Ajeno a estas evidencias, Capriles solicitó a la ONU y a los organismos multilaterales que se abocaran «a buscar soluciones que permitan a la mayoría que está en la pobreza encontrar caminos para superarla», pero sobre la base de «un diagnóstico real de Venezuela», pues desde su punto de vista «todos sabemos que las sanciones no son el origen de esta destrucción».