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Miles de ciudadanos peruanos se movilizaron el martes 1 de junio por el centro histórico de Lima para manifestar su rechazo a la candidatura presidencial de la derechista Keiko Fujimori, tras ser convocados por colectivos civiles y sociales bajo el lema «Keiko no va».

La marcha se desarrolló de manera pacífica por varias de las principales calles capitalinas y comenzó en la plaza San Martín, de Lima donde se concentraron colectivos sociales y ciudadanos para manifestar su rechazo a la posibilidad de que Fujimori pueda ser elegida presidenta de Perú en la segunda vuelta electoral que disputará el domingo con el izquierdista Pedro Castillo.

Coros, banderas y música

«Aquí, allá, Keiko no va«, señalaron la mayoría de los lemas, banderolas y pancartas que corearon y mostraron los manifestantes durante su recorrido, que estuvo acompañado por banderas peruanas y de organizaciones sociales y sindicales.

Los manifestantes también pasearon una gigantesca bandera peruana a la cabeza de la movilización, que recorrió las avenidas Nicolás de Piérola, Garcilaso, Grau, Abancay y volvió por Nicolás de Piérola hacia la Plaza San Martín.

Además, participaron colectivos artísticos con bombos e instrumentos de percusión, así como los «sikuris», las bandas conformadas por numerosos músicos que tocan al mismo tiempo las zampoñas, instrumentos de viento similares a las flautas de pan.

Entre los asistentes también estuvieron estudiantes universitarios y familiares de las víctimas de las masacres de Barrios Altos y La Cantuta, por las que fue condenado a 25 años de cárcel el expresidente Alberto Fujimori, el padre de Keiko.

«Los que hemos vivido el primer gobierno del fujimorismo sabemos que es más de lo mismo, en contra de los ciudadanos y los trabajadores», afirmó una mujer de 63 años que aseguró que se unió a la manifestación a pesar del riesgo que implica la pandemia de la covid-19.

Rechazo a la corrupción

Muchos de los asistentes recordaron la red de corrupción que se instaló durante el régimen de Alberto Fujimori (1990-2000), liderada por su asesor Vladimiro Montesinos, y afirmaron que «la corrupción que dejó instalada va a volver a la más alta expresión«.

También mostraron pancartas y lanzaron lemas contra un sector de la prensa nacional, a la que acusaron de apoyar abiertamente a la candidatura de Keiko, quien reivindica la herencia política del régimen de su padre.

Otros participantes expresaron abiertamente sus preferencias por el candidato Pedro Castillo y consideraron que su elección significaría «un cambio» para su país, golpeado duramente por una crisis sanitaria y económica generada por la pandemia.

Entre los asistentes hubo integrantes del movimiento izquierdista Nuevo Perú, que lidera la excandidata presidencial Verónika Mendoza y apoya a la candidatura de Castillo.

«Porque queremos un país con justicia, donde los delitos no queden impunes. Un país con memoria. Por eso decimos Keiko No Va», señaló Nuevo Perú en sus redes sociales.

Por su parte, representantes de la Federación de Trabajadores en Construcción Civil afirmaron que también marcharon «por justicia y dignidad» en su país.

La convocatoria contra Keiko Fujimori también se realizó en otras importantes regiones del país como Cusco, Tacna, Áncash, Ayacucho, Piura, Ica, Huancavelica, Apurímac, Puno y Lambayeque, donde también reunió a numerosas personas, según informaron medios locales.