Esa conmemoración busca promover la memoria de las víctimas que sufrieron o sufren de violaciones graves y sistemáticas de sus derechos humanos

La Organización de las Naciones Unidas (ONU), proclamó en 2010 todos los 24 de marzo como el Día Internacional del Derecho a la Verdad en relación con las Violaciones de los Derechos Humanos y de la Dignidad de las Víctimas.

Esa conmemoración busca promover la memoria de las víctimas que sufrieron o sufren de violaciones graves y sistemáticas de sus derechos humanos, así como la importancia del derecho a la verdad y la justicia.

Fue concebida la fecha, además, para recordar el asesinato del Monseñor salvadoreño Óscar Arnulfo Romero en 1980, quien denunció las atrocidades de “los escuadrones de la muerte”, fuerza paramilitar del Gobierno de ese país en los años 80, contra la población civil.

También, se busca rendir tributo a quienes dedican su vida a la lucha por promover y proteger los derechos humanos de todos y a quienes la han perdido en su empeño.

Las desapariciones forzadas contra los promotores de los derechos humanos, en todo el mundo, se multiplican por miles. Ellos son víctimas de atropellos de toda índole, incluso son torturados y alejados de sus familiares durante meses e inclusive años.

Aquellos que gozan de menor suerte, son asesinados sin que se pueda hacer nada al respecto, ya que, en muchos casos, esos crímenes quedan impunes y sus responsables quedan libres y sin condena.

En este sentido, el derecho a la verdad implica que tanto las victimas como sus familiares obtengan respuestas, para saber que ocurrió con sus seres queridos y que los responsables paguen por sus delitos.

En tal sentido, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, considera que “al reconocer el valor de los defensores de los derechos humanos en todo el mundo, debemos comprometernos a proteger a quienes buscan la verdad y la justicia y proporcionar a las víctimas recursos eficaces y devolverles su dignidad”.