El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, condenó este lunes la muerte de 14 personas el pasado sábado en la ciudad de Reynosa, fronteriza con Estados Unidos, durante ataques en los que fueron abatidos cinco presuntos pistoleros.

“Hechos lamentables en Reynosa, (estado de) Tamaulipas, le costaron la vida (…) a 14 personas inocentes porque todo indica que no fue un enfrentamiento”, dijo el mandatario en su habitual conferencia matutina.

Los ataques se registraron cuando un comando disparó, en diversos puntos de Reynosa, “a gente que no estaba en plan de confrontación”, añadió López Obrador.

Esa y otras localidades de Tamaulipas son escenario de choques entre grupos criminales que se disputan las rutas del tráfico de drogas, según autoridades.

“Es un ataque cobarde que le quita la vida a personas inocentes”, subrayó el mandatario, quien pidió a la Fiscalía General que se hiciera cargo de las investigaciones.

Por la tarde, en un comunicado, la Fiscalía informó que atrajo este caso y confirmó que durante los ataques fue detenido un individuo, quien será presentado ante un juez tras ser capturado con “un arma larga de uso exclusivo del Ejército”.

Los atentados fueron ejecutados en distintos barrios de Reynosa por sicarios que viajaban en varios vehículos, informó el domingo una agrupación que coordina a las fuerzas de seguridad en Tamaulipas.

Agentes policiales abatieron a cinco presuntos pistoleros, dijeron autoridades estatales.

“Al ser localizados, los individuos opusieron resistencia y agredieron a personal policial, el cual repelió la agresión”, indicó el Grupo de Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz en Tamaulipas.

Fernando Ruiz Flores, de 19 años y quien se acababa de graduar como técnico en enfermería, fue una de las víctimas. Trabajaba en una compañía que instala sistemas de drenaje.

“Por lo que platica mi padrastro Jesús, a mi hermano lo mataron a sangre fría”, declaró Olga Ruiz.

El joven y su padrastro se encontraban trabajando en una calle cuando “escucharon los balazos a lo lejos”, narró la hermana.

El padrastro logró resguardarse en una vivienda, pero su hijo no lo logró.

“Ya se iban a meter (a la misma casa) pero no les dio tiempo, llegaron las camionetas y se pararon enfrente de ellos”, y después de insultarlos “y nada más así, sacaron las armas y les empezaron a disparar”, añadió la mujer.

Más de 300.000 personas han sido asesinadas en México desde que en diciembre de 2006 el gobierno federal lanzó un polémico operativo militar antidrogas, según cifras oficiales.