Dentro de una problemática prisión mexicana, un reo encontró en un bote de basura el cadáver de un bebé recién nacido que tenía una incisión en el abdomen, lo cual ha despertado la sospecha de que el infante pudo haber sido utilizado como “mula” para ingresar droga en su cuerpo.

El hallazgo del cuerpo del menor, cuya identidad no ha sido revelada, si es que se conoce, ocurrió el pasado 11 de enero en la cárcel de San Miguel, en el estado de Puebla. Un preso lo vio mientras buscaba desechos en un bote de basura y de inmediato lo notificó a los directivos del penal. En un principio se informó que tendría unos tres meses, pero luego se aclaró que tenía seis días de edad.

“Es una historia de terror que se cuenta sola”, expresó en una entrevista con Milenio, Saskia Niño de Rivera, cofundadora de Reinserta, una organización que difundió el caso tras considerar que la nota de un medio local informando sobre el incidente no había generado una reacción apropiada del gobierno.

“Lo que sabemos es que el bebé tiene una incisión en el abdomen, lo cual también nos da a entender que quizás podría haber sido usado para ingresar droga dentro de la cárcel”, señaló Niño de Rivera, quien exigió un castigo para la o las personas responsables de esta muerte.