El presidente de Chile, Sebastián Piñera, aceptó este martes la renuncia del ministro del Interior, Víctor Pérez. El funcionario tomó la decisión de dejar su cargo tras la aprobación por la Cámara de Diputados de una acusación constitucional en su contra.

La acusación, que suspendió a Pérez de sus funciones, se aprobó con 80 votos a favor y 74 en contra. También debía continuar su trámite en el Senado.

Al explicar su renuncia, Pérez definió la medida de la Cámara de Diputados como «un ataque para obstaculizar la acción del gobierno». Por lo tanto, dijo que no quería ser un obstáculo y que por eso le planteó al presidente la posibilidad de renunciar. «Y, a pesar de que intentó persuadirme -dijo el ahora exministro-, aceptó mis argumentos porque, claramente, todos comprendemos a cabalidad que el propósito no es Víctor Pérez, sino el gobierno del presidente Piñera».

La acusación constitucional la impulsaron parlamentarios de la oposición. Y aludió a «una excesiva tolerancia a los hechos de bloqueo de rutas» durante un paro de camioneros en Chile.

También lo acusan reaccionar de manera tardía por el caso de un menor de 16 años que fue empujado por un policía desde un puente durante una protesta.

Al aceptar su renuncia, Piñera dijo que reafirmaba su convicción de que Pérez «ha cumplido con todos sus deberes, ha respetado la Constitución y las leyes, y no ha incurrido en ninguna causal de acusación constitucional». Por lo cual confiaba en que «los honorable senadores rechacen la acusación».

En reemplazo de Pérez, Piñera anunció la designación de Juan Francisco Galli como ministro interino del Interior. Galli era subsecretario de la misma cartera.