El hombre que dudaba en el 2011 sobre si debía comprar o no una moneda física de 1.000 bitcoines hecha con una onza de oro, ahora cuenta con 54 millones de dólares.

«Me acuerdo de haber tratado de decidir si debía comprar este objeto por 4.905 dólares o comprar dos lingotes de oro, por unos 4.000 dólares al momento. Felizmente, opté por la [moneda] ‘Gold Cas'», afirmó el propietario, quien es cliente de Great Collections, casa de subastas que la describe como el objeto numismático más valioso del mundo.

La persona, que no revela su identidad, ha contado que, tras la adquisición, hace 10 años, metió la moneda en un cajón y se olvidó de ella.

Al conocer en el 2013 que el valor del bitcóin llegó a 1.000 y podría seguir creciendo, su memoria se refrescó y se lanzó hacia el cajón, sacó la moneda y la miró fijamente: en su mano tenía un millón de dólares. Desde entonces siguió las noticias sobre la criptodivisa atentamente.

Ahora el tesoro se guarda en el repositorio de un banco y el propietario, cuya fortuna se ha incrementado en 54 millones de dólares a la tasa actual, todavía no quiere vender la moneda, esperando que siga aumentando el valor de la principal criptomoneda del mundo.

«Es el retorno de inversión más grande entre los objetos numismáticos, un impactante crecimiento de 9.786 veces desde el precio de compra en 10 años. Tal vez, sea la mejor inversión del mundo en el mismo plazo», comentó este lunes el presidente de Great Collections, Ian Russel.

La moneda se llama Gold Cas por el nombre de la marca Casascius, fabricante de monedas físicas que contienen una clave criptográfica con la que se puede reclamar el valor de la moneda. La extracción es imposible sin dañar la integridad del objeto. Han sido emitidas solo 6 monedas de 1.000 bitcoines, de las cuales 4 permanecen íntegras.