Tras una semana de las nuevas políticas migratorias de Estados Unidos para cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos, crece la desesperación en la frontera norte de México y las críticas al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, por su complicidad.

Migrantes de estos países consultados por EFE en Tijuana coincidieron en que ha sido complicado entender qué va a pasar con ellos o cómo acceder al nuevo programa con el que Estados Unidos promete acoger a 30.000 personas de estas naciones al mes, pero deportará de inmediato a México al resto.

Los extranjeros argumentaron que no son claras las políticas y protocolos que tienen que seguir para ver si sus casos son viables.

Migrantes en albergues, como Romina, originaria de Venezuela y madre de dos niños, denunciaron confusión, «pues son muchas las cosas que se dicen aquí, pero no han informado qué hay que hacer«.

Problemas con el idioma

Jessica, migrante de Haití, afirmó que está enterada de estas nuevas políticas, pero no ha hecho la solicitud porque no consigue justificar un patrocinador que se haga cargo de ella en Estados Unidos, uno de los requisitos que se pide tras el anuncio de Washington de la semana pasada.

«Ya vi todo lo que tenemos que hacer, nos dijeron que hay que entrar a una aplicación, pero no cumplo ese requisito y por eso no he podido hacer el trámite», lamentó.

Nicole Ramos, abogada de la organización Al Otro Lado, dijo que ese y otras limitantes, como el idioma, para la comunidad haitiana, son barreras que han tenido estas personas, pues la aplicación oficial no está todavía en creole y eso crea dificultades.

Asociaciones civiles hacen labor

Entre las barreras y la incertidumbre, organizaciones como Al Otro Lado realizan jornadas informativas con la comunidad haitiana.