Estuvo siete años secuestrada dentro de un ataúd y solo la dejaban salir para violarla Camila Rubio enero 25, 2021 SUCESOS Colleen Stan tenía 20 años de edad cuando, con su cabello ondulado y su sonrisa encantadora, pidió la cola para ir al cumpleaños de su novio. Pensó que había tenido suerte cuando una pareja joven, carismática con un bebé, se detuvo para trasladarla. Pero inesperadamente, Cameron Hooker, de 23 años de edad, y su esposa Janice, se regresaron y la llevaron a la lejana casa donde vivían, en Red Bluff, California, y la dejaron secuestrada en una caja similar a un ataúd. Sus secuestradores la dejaban debajo de la cama y sólo la sacaban cuando querían violarla sexualmente o torturarla: la golpearon, la quemaron, la azotaron y la electrocutaron. El sujeto la obligó a firmar un contrato en el que se comprometía a ser esclava y la amenazaron con asesinarla a ella y a su familia si intentaba escaparse. Su secuestro ocurrió el 19 de mayo de 1977 “Una voz me dijo que corriera y saltara por una ventana y nunca mirara atrás”, le contó la joven a la revista People. Se trató de un presentimiento que tuvo cuando Hooker se detuvo en una estación de servicio ese día para que fuera al baño. Pero se sintió tonta por sus pensamientos y volvió a subir al vehículo. Fue entonces cuando se percató de algo curioso que estaba a su lado: una caja de madera pesada con un agujero de un lado y con bisagras. Media hora después, el hombre se metió por un camino de tierra. Allí ató y amordazó a Colleen y posteriormente metió su cabeza en el objeto. Al llegar a casa de la pareja, la sacaron y la colgaron de unas vigas en el sótano con cadenas. Aún así, Hooker la golpeó y la violó y después tuvo relaciones sexuales con Janice. “Estaba aterrorizada. Janice vio cómo Cameron me torturaba y luego tenían sexo frente a mí. Estaba segura de que me iban a matar”. Inicialmente, intentaron meterla en una caja de madera, que resultó ser muy pequeña, así que la dejaban sentada prácticamente 24 horas cada día de la semana. Luego, la pareja se mudó y el hombre construyó una caja en forma de ataúd y comenzó a encerrar a Colleen durante 23 horas al día. Apenas podía moverse en medio de la oscuridad. Por un pequeño orificio permitían que entrara el aire del ventilador, y cuando hacía demasiado calor tenía prohibido hacer ruido. La mujer pasó hambre y sed Pero Hooker decidió convertir a Collen en su segunda esposa y Janice, muy molesta, le dejó en claro que entre ellos ya no había nada. El escape de Colleen ocurrió en 1984, cuando Janice la ayudó a salir y la llevó a una estación de autobuses antes de también huir, con las dos hijas pequeñas que había tenido con Hooker. Curiosamente Collen después llamó a Hooker para decirle que lo dejaba y él comenzó a llorar. No denunció su secuestro ni abusos ante la policía porque tenía las esperanzas de que se reformara. En cambio, fue Janice la que denunció al hombre ante la policía, culpandolo de secuestro, tortura y del asesinato de una joven que desapareció en 1976. Ella testificó en su contra y las autoridades le otorgaron inmunidad. El sujeto fue condenado a 104 años de cárcel.