Un equipo de astrónomos de la Universidad de Cornell (Nueva York)  ha desarrollado un sistema, denominado ‘programa de canalización BOREALIS’, con el que han captado lo que podría ser la primera señal de radio de un exoplaneta.

Desde siempre los astrónomos han buscado diferentes caminos e interminables herramientas que hicieran posible descubrir la existencia de vida en otros planetas. 

Hasta este momento los estudios habían demostrado que las caídas en los niveles de luz de una estrella pueden revelar la presencia de planetas en órbita. Ahora el equipo del investigador Jake Turner ha desarrollado un sistema con el que ha demostrado en un estudio, publicado en Astronomy & Astrophisics, que observar las emisiones de radio de los planetas son el método más fiable para saber si estos cuentan con campo magnético

«Esta información proporcionará datos valiosos sobre la estructura interior del planeta, el escape atmosférico y habitabilidad «, cuenta Jake Turner. 

Las emisiones de radio se producen cuando el viento estelar (partículas que fluyen desde la estrella central) golpea el campo magnético, su cambio de velocidad se detecta como variaciones llamativas que se llaman ‘ráfagas‘.

«El propio campo magnético de la Tierra lo hace. Ya hemos escuchado ráfagas similares de otros planetas de nuestro Sistema Solar.»

Exoplaneta Tau Boötis

El ‘programa de canalización BOREALIS’ desarrollado por el grupo de investigadores ha servido para escuchar más allá de las ráfagas generadas por el campo magnético de la Tierra. 

Hace unos años el equipo probó el sistema en Júpiter con el que midieron sus emisiones de radio y luego calcularon cómo serían los resultados si en lugar de Júpiter se tratara de un exoplaneta. 

Tras los datos, los expertos decidieron probar su sistema observando tres exoplanetas conocidos: 55 Cancri, Upsilon Andromedae y Tau Boötis.

El último, Tau Boötis, que se encuentra a 51 años luz de distancia, fue el único del que se obtuvo una respuesta óptima y que se ajusta a los datos calculados de los expertos con Júpiter. Sus emisiones en ráfaga fueron de entre 14 y 21 MHz, lo que significa que la fuerza del campo magnético de su superficie varía entre 5 y 11 gauss.

«El campo magnético de exoplanetas similares a la Tierra puede contribuir a su posible habitabilidad» explicó el investigador. 

Debido a que la señal que obtuvieron fue débil, no se puede descartar que la fuente de sonido se haya originado por «las erupciones estelares», por lo que los investigadores están esperando a corroborarlo con los telescopios LOFAR-LBA y NenuFAR. Sin embargo, el hallazgo abre un nuevo campo de investigación y puede servir puede servir para descubrir si otros planetas pueden ser habitables en un futuro por los seres humanos.