La situación humanitaria en Bielorrusia «sigue deteriorándose» desde septiembre, denunció la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, este viernes.

«Desde el inicio del Consejo (de Derechos Humanos) sobre Bielorrusia en septiembre, no hay ninguna mejora en la situación humanitaria en el país. Al contrario, sigue deteriorándose en las últimas semanas, particularmente en lo que se refiere al derecho a celebrar reuniones pacíficas», dijo Bachelet.

Bielorrusia es escenario de una lucha de poder, con grandes manifestaciones cada semana en contra del presidente Alexander Lukashenko, reelegido en unos comicios considerados fraudulentos.

«Estoy alarmada por las numerosas denuncias de tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes bajo custodia, con hasta dos mil denuncias al parecer presentadas a fines de octubre», agregó.

Bachelet señaló que las penas impuestas a los manifestantes «se están volviendo más severas» y expresó «gran preocupación por la forma en que las fuerzas de seguridad utilizan la fuerza», la cual considera «desproporcionada».

«También tenemos muchos informes creíbles de personas que han sido golpeadas por las fuerzas de seguridad durante y después de su transporte a comisarías o centros de detención. Si se confirman, estos incidentes equivalen a malos tratos o incluso tortura», dijo a los diplomáticos.

Tras la intervención de Bachelet, la mayoría de los oradores condenó la represión en Bielorrusia, en especial la violencia policial y las elecciones fraudulentas.

El representante de Rusia en la ONU en Ginebra expresó al contrario su apoyo al régimen, al igual que hicieron Irán, Siria y Cuba, entre otros.