Brasil no obligará a los jugadores de la Copa América de fútbol a vacunarse contra la COVID-19 para participar en el torneo, informó el ministro de Salud, Marcelo Queiroga.

En rueda de prensa, Queiroga afirmó que la vacuna «no es una imposición» y que en Brasil ya se están celebrando otras competiciones que no exigen vacuna y se organizan con otros protocolos sanitarios, según recoge el portal UOL.

Además, afirmó que, aunque fueran vacunados ahora, los jugadores no estarían inmunizados a tiempo para la competición, que arranca el domingo 13 de junio, y que la vacuna podría causar «algún tipo de reacción que podría comprometer el ritmo competitivo del atleta».

Según el coordinador operacional de la competición, André Pedrinelli, seis selecciones ya están totalmente inmunizadas y otras dos completan la vacunación esta semana.

El ministro de Salud también delegó a estados y municipios la responsabilidad para que los hinchas no generen aglomeraciones en bares y restaurantes (los partidos se jugarán sin público en los estadios).

En la rueda de prensa también se anunciaron algunas medidas para prevenir los contagios: los jugadores viajarán en vuelos fletados para la ocasión y habrá restricciones a las puertas de los hoteles de concentración para evitar aglomeraciones.

Los jugadores dormirán en cuartos y pisos separados y se someterán a test de PCR cada 48 horas, y se hará un control de los trabajadores que tengan contacto con las delegaciones, entre otras medidas.

La Copa América se jugará en Brasil entre el 13 de junio y el 10 de julio a pesar de que el país suma una medida de 1.500 muertos por COVID-19 al día (ya son más de 470.000) y acumula casi 17 millones de casos confirmados.

Las ciudades sede del torneo (Brasilia, Cuiabá, Goiania y Río de Janeiro) tienen las camas de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de los hospitales por encima del 80% de su capacidad.