Las croquetas caseras son un recurso muy socorrido especialmente si estás pensando en hacer una cena rápida, porque la ventaja que tienen las croquetas es que las puedes congelar y cuando llegue el momento de la cena tan solo tienes que freírlas sin necesidad de descongelarlas previamente.

Otra ventaja es que puedes hacerlas prácticamente cualquier ingrediente: con jamón serrano, con queso, con atún, con restos de cocido, con restos de pollo asado, con merluza o pescado blanco…

Las croquetas son conocidas en gran parte del mundo y casi cualquier gastronomía tiene alguna variante: en la cocina japonesa se denominan Korokke, en la holandesa kroket. En la cocina alemana y la belga son muy populares las croquetas caseras de patata. También se hacen croquetas caseras sin bechamel, usándose en estos casos otras masas tales como patata hervida, boniato, arroz o coliflor.

Así que hoy os traemos el ABC de la croqueta: las mejores recetas de croquetas; cómo hacer la bechamel perfecta y los secretos de las croquetas perfectas, crujientes por fuera y cremosas por dentro.

Tal como os decíamos antes, hacer croquetas caseras es bastante fácil, y una vez que cojáis el truco os resultará muy divertido probar las diferentes variaciones y sabores.

Primero os vamos a enseñar a hacer la bechamel para croquetas básica, y a partir de ella aprenderemos a hacer otras masas para croquetas, como las de bacalao, de pollo, o las de jamón, solo por citar las recetas más populares.

Cómo hacer bechamel para croquetas caseras

Ingredientes:

  • 1 cucharada sopera de aceite de oliva
  • 2 cucharadas soperas de harina
  • 1/4 litro de leche o un poco más
  • 1 huevo
  • 100 g de pan rallado
  • Nuez moscada
  • Sal

Masa para croquetas caseras en 5 pasos

  1. Tostamos la harina para la bechamel: Se pone la sartén en el fuego con el aceite. Cuando esté un poco caliente (bastante antes de echar humo) se aparta la sartén y se va echando con una cuchara de madera la harina a la sartén, moviéndola hasta que se vea que se hace masa. Es importante removerla durante 3 o 4 minutos para que se tueste la harina y las croquetas no sepan a harina cruda.
  2. Hacemos la bechamel: Se pone nuevamente la sartén en el fuego flojo y se añade la leche poco a poco; sin parar de mover la masa hasta que esté cocida y consistente. Entonces se añade la nuez moscada, un poco de sal y el ingrediente elegido picado. Se deja cociendo en la sartén sin parar de moverla hasta que se espese.
  3. Enfriamos la masa de las croquetas: Una vez espesa la bechamel, se vacía en una fuente y se deja enfriar fuera de la nevera durante una hora aproximadamente. Después, se mete en la nevera unas dos horas como mínimo, tapándola con papel film para que no se seque. Esto hasta que la masa se enfríe del todo y quede bien espesa…
  4. Damos forma a las croquetas caseras: Se baten los huevos aparte. Una vez fría la masa, con mucho cuidado y con la ayuda de dos cucharas, una en cada mano, ve formando y moldeando las croquetas del tamaño de la cuchara más o menos. No lo hagas con las manos, es mejor con las cucharas. Ve pasándolas por el huevo y la dejas en el plato del pan rallado. Ahora con las dos manos recoge la croqueta al mismo tiempo que coges un montón de pan rallado con las manos, para que no se te pegue a los dedos. Empana bien la croqueta y dale la forma, que quede bien cubierta y compacta. Y así con todas. Ve dejándolas en un plato grande. Cuando ya estén todas empanadas, mételas en la nevera una hora.
  5. Freímos las croquetas: Se fríen en bastante aceite caliente, que las cubra. Dales la vuelta con cuidado y ten cuidado porque se queman muy rápido. Cuando se ponen doradas se sacan y se ponen a escurrir sobre papel de cocina.

Croquetas de jamón

Ingredientes

  • 250 g jamón a taquitos
  • 1 cebolla (opcional)

Bechamel

  • 500 g leche entera
  • 40 g harina
  • 40 g aceite de girasol
  • Nuez moscada
  • Pimienta

Rebozar

  • 3 Huevos
  • Pan rallado

Cómo hacer croquetas de jamón serrano

Ponemos a calentar la leche, sin que rompa a hervir. Reservamos.

Pelamos la cebolla y cortamos lo más pequeña posible. Añadimos el aceite de girasol en un cazo y cuando empiece a estar caliente, añadimos la cebolla y freímos hasta que tome un ligero color.

Vertemos la harina y tostamos durante 3 o 4 minutos, sin dejar de remover, este paso es muy importante para que las croquetas no sepan a harina cruda.

Echamos la leche de golpe y no dejamos de remover hasta que la bechamel comience a espesar, añadimos el jamón a taquitos y mezclamos bien.

Vertemos la masa en una fuente y dejamos enfriar hasta que esté templada. Una vez que la masa no queme, con ayuda de dos cucharas damos forma a las croquetas, pasamos por pan rallado, huevo batido y de nuevo pan rallado.

Terminamos de dar forma con las manos, vamos dejando las croquetas en un plato.

A la hora de freír las croquetas, el aceite debe estar muy caliente para que absorban el menor aceite posible y queden crujientes por fuera y cremosas por dentro.

Freímos las croquetas de cuatro en cuatro, para que se cocinen todas por igual y el aceite no se enfríe.

Una vez cojan un bonito color dorado, las tenemos listas, sólo nos queda servir y disfrutar.