El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que provoca el SIDA y afecta a más de 38 millones de personas en todo el mundo, es conocido por ser uno de los virus más difíciles de atacar con una vacuna, en gran parte porque evoluciona constantemente en diferentes cepas para evadir al sistema inmunitario.

Ahora, un ensayo clínico de fase 1 en el que se está probando una nueva vacuna para prevenir el VIH ha dado resultados prometedores.

La vacuna ha conseguido estimular la producción de una inusual clase de células inmunitarias que se necesitan para iniciar el proceso de generación de anticuerpos contra el virus de mutación rápida.

La reacción deseada se detectó en el 97% de los participantes que recibieron la vacuna.

Este estudio demuestra la validez del nuevo concepto de vacuna contra el VIH, un concepto que podría quizá aplicarse también a otros patógenos en el futuro, tal como explica William Schief, profesor e inmunólogo del Instituto Scripps de Investigación en Estados Unidos y uno de los principales responsables del diseño de vacunas en un centro de la IAVI (International AIDS Vaccine Initiative), cuyo laboratorio desarrolló la vacuna.

El estudio sienta las bases para otros ensayos clínicos en los que se pondrán a prueba mejoras y ampliaciones de la estrategia, con el objetivo a largo plazo de crear una vacuna contra el VIH lo bastante eficaz y segura.

[Img #63226]

Una imagen por ordenador de la capa más externa del VIH, densamente recubierta de moléculas de azúcar (en morado) que no desencadenan una respuesta inmunitaria. La mayor parte de la superficie no cubierta de azúcares (en rojo y amarillo) es muy variable, lo que dificulta que el sistema inmunitario genere anticuerpos capaces de neutralizar al virus. (Imagen: Sergey Menis, IAVI)

Para el siguiente paso en esta línea de investigación y desarrollo, la IAVI y el Instituto Scripps contarán con la colaboración de la empresa de biotecnología Moderna para desarrollar y probar una vacuna basada en el ARNm que aproveche el nuevo enfoque para producir las mismas células inmunitarias beneficiosas.

El uso de la tecnología de ARNm podría acelerar significativamente el ritmo de desarrollo de la vacuna definitiva contra el VIH.