El Rey decidió congelar su asignación y la de los demás miembros de la Familia Real en 2021, de forma que recibirán la misma cantidad que el año pasado: 253.850 euros brutos Felipe VI; 139.610 la Reina; y 114.240 la reina Sofía.

La Princesa de Asturias y la infanta Sofía, menores de edad, no perciben asignación, mientras que Felipe VI decidió retirar la que correspondía al rey emérito (194.232) en marzo del año pasado, cuando salieron a la luz sus cuentas en paraísos fiscales. 

La cantidad asignada hasta entonces a Juan Carlos I ha pasado a engrosar otras partidas del presupuesto de La Zarzuela.

La Casa del Rey ha hecho público este viernes el desglose de su presupuesto, ya que en el proyecto de ley que aprueban las Cortes solo figura la cantidad global, que en 2021 asciende a 8.431.150 euros

Aunque esta cifra es superior en un 6,9% a la que figuraba en los presupuestos de 2020, Zarzuela sostiene que los 544.000 euros de diferencia corresponden a una serie de gastos imprevistos de personal, derivados de modificaciones legales realizadas en los dos últimos años, que la Jefatura del Estado tuvo que adelantar de sus propios fondos, por lo que la cantidad real se mantiene congelada desde 2018 en 7.887.150 euros.

El jefe de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín, también verá congelada su retribución, mientras que el resto del personal tendrá un incremento del 0,9%, como el previsto para el conjunto de la Función Pública

El 48,64% del presupuesto de La Zarzuela se dedica al pago del personal; el 34,81% a gastos corrientes en bienes y servicios; el 8,53% a inversiones; el 6,02% a la Familia Real y el 1,89% al fondo de contingencia.

La Casa del Rey paga los sueldos de sus altos cargos, cuya cantidad aumenta un 7,8%, hasta los 830.000 euros, pero la retribución de los funcionarios corresponde a su ministerio de procedencia, por lo que en su presupuesto solo figuran complementos retributivos y cuotas y prestaciones sociales.

El capítulo de personal aumenta el 6,9%; y el de gastos en bienes corrientes y servicios en 5,4%. Destaca la partida dedicada a material de suministro, que crece el 19%, “por la necesidad de disponer de servicios de asistencia técnica en el ámbito de las tecnologías de la información y comunicaciones”; y el de inversiones, que se incrementa el 50,8%, “para desarrollar el programa de transformación digital emprendido en 2019”. 

Ya el año pasado, debido a la pandemia, se estableció como prioridad la implantación del teletrabajo, y se proporcionaron terminales portátiles y se adaptaron los sistemas con nuevas aplicaciones para operar a distancia.

El presupuesto para viajes se reduce de 44.500 a 37.500 euros y el fondo de contingencia, para atender imprevistos, asciende a 168.000 euros. 

Según la Casa del Rey, los proyectos especiales que no puedan financiarse con cargo al presupuesto ordinario se sufragarán con el “remanente de tesorería no afectado”, pero en ningún caso se solicitará un crédito extraordinario. 

Es decir, se pagarán con fondos no ejecutados de ejercicios anteriores. El año pasado, el remante que se sumó al presupuesto ordinario fue de 648.519 euros.

En 2020, aunque el presupuesto de la Casa del Rey permaneció congelado, las asignaciones de los miembros de la Familia Real crecieron un 2%, como el sueldo del resto de los funcionarios, pasando Felipe VI a cobrar 253.850 euros, frente a los 248.566 del año anterior.

Las cuentas de la Casa del Rey no se someten a la fiscalización del Parlamento, la Intervención General del Estado o el Tribunal de Cuentas, pero La Zarzuela dispone de una Oficina de Intervención que controla su gestión económico-financiera, presupuestaria y contable.