Seis días después que Alfredo Chirinos y Aryenis Torrealba, exgerentes de PDVSA, fueran condenados a cinco años de cárcel y se les fijara como sitio de reclusión la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), ambos recibieron el beneficio de casa por cárcel.

Chirinos y Torrealba estaban acusados de espionaje, pero este delito fue sobreseído y se les imputó por corrupción propia, divulgación de información, asociación para delinquir y terrorismo.

El Comité por la libertad de Aryenis Torrealba y Alfredo Chirinos celebra la medida cautelar y agregan que es «un derecho constitucional que hemos venido solicitando incansablemente a lo largo de casi un año de lucha».

El juicio en contra de estos trabajadores de PDVSA se realizó casi un año después de la detención de ambos, ocurrida el 20 de febrero de 2020. 

En ese momento, Iracara Chirinos, hermana de Alfredo Chirinos, dijo a Tal Cual que «este es un caso político. Les están cobrando a los muchachos el haber sido honestos».

Igualmente, Chirinos manifestó desacuerdo con la decisión del juez Anthony Fernández, del Tribunal 8°, pues asevera que el informe que utilizaron en contra de Chirinos y Torrealba, elaborado por la Gerencia Corporativa de Prevención y Control de Pérdidas (PCP) y la Gerencia de Seguridad de PDVSA, «señala a otra gerencia y a otras personas con nombres y apellidos». 

En ninguna parte de ese informe dice «ni Aryenis ni Alfredo»; lo que califica de «un verdadero contrasentido jurídico a la vista de cualquier ciudadano».

Para la fecha del juicio, Tarek William Saab publicó en su cuenta de Twitter un comunicado que explica que Aryenis Torrealba y Alfredo Chirinos fueron condenados tras «encontrarse 35 pruebas documentales» en su contra en relación con «inventarios de Fuel Oil, sistema de refinación y rutas de buques que comercializaban con PDVSA».