Las divergencias generadas por el reparto de bienes de la sociedad conyugal, tras una sentencia de divorcio, además de los problemas de tipo sentimental, dejaron el saldo de dos personas muertas, cuando el pasado, domingo, en horas de la mañana, en la población de Seboruco, norte del estado Táchira, un comerciante asesinó a su expareja y luego se quitó la vida, utilizando para ello un arma de fuego, cuya procedencia intentan establecer las autoridades policiales, pues se trata de un revólver con seriales devastados.

Las investigaciones sobre el caso están a cargo de funcionarios de la Base Contra Homicidios del Cicpc de La Fría, que pasadas las diez de la mañana del domingo 7 de febrero recibieron notificación sobre un hecho de sangre, con saldo de dos personas fallecidas, en la calle principal del sector Colinas de Potreritos, en una casa sin número, donde funciona un establecimiento comercial conocido como Dualda, en cuyo interior estaban los cadáveres, con impactos de bala, de un hombre y una mujer.

De inmediato, los detectives de guardia abordaron la unidad furgoneta para trasladarse al lugar, siendo secundados por otros funcionarios del mismo despacho a quienes se les asignaron las investigaciones relacionadas con el caso. Al llegar al sitio se encontraron con un gran revuelo por parte de la comunidad, donde se escuchaban las más varias versiones sobre el lamentable hecho.

Al ingresar a la vivienda encontraron a las víctimas, que fueron identificadas como: Ana Isabel Pérez Ramírez, de nacionalidad venezolana y 48 años de edad, comerciante y ama de casa, y Heriberto Ángel Méndez, venezolano de 54 años de edad, de oficio comerciante. Ambos presentaban heridas de bala.

Uno de los funcionarios dijo los cadáveres quedaron muy cerca uno del otro. La dama en la entrada a un pequeño local que al parecer es utilizado como depósito, hasta donde llegó quizá intentando escapar, en tanto que el cuerpo del hombre, en cuclillas, fue encontrado en la sala principal. Próximo al mismo fue localizado un revólver, calibre 38, cañón corto, plateado, con cinco de sus seis proyectiles disparados.

Los detectives, al momento de proceder al levantamiento de los cadáveres, pudieron observar que la mujer presentaba al menos tres impactos de bala, uno de ellos en la frente, en tanto que al hombre se le podía visualizar un balazo en la región temporal derecha, con orificio de salida por el lado izquierdo.

Los dos fallecidos fueron trasladados a la morgue del Hospital Central de San Cristóbal, para las respectivas autopsias, verificar la ubicación de las heridas, y en el caso de la mujer, extraer los plomos que permanecían en su cuerpo.

Problemas postdivorcio

De acuerdo con las investigaciones desarrolladas por las autoridades, entre estas dos personas, que en un tiempo fueron esposos, existían problemas, que no solo llevaron a poner fin a la relación mediante un juicio de divorcio, sino que además existían serios inconvenientes por la manera como la sentencia establecía la repartición de bienes, producto de la sociedad conyugal.

Según lo manifestado por algunas personas cercanas a las víctimas, el juicio de divorcio, lejos de contribuir a la solución de los problemas existentes entre la pareja, creó uno más, pues Heriberto Ángel Méndez se consideraba perjudicado por la repartición de bienes que hizo el tribunal y trataba de conseguir un arreglo con su expareja para lograr una redistribución, acuerdo que supuestamente no había podido concretar.

Esto al parecer fue el detonante para que ocurriera la tragedia. Según la versión aportada a la policía por testigos, entre los cuales se encuentran familiares de la dama, les llamó la atención que el pasado domingo, desde muy temprano, observaron a Heriberto rondando la zona y mirando con insistencia hasta el pequeño local comercial, que mantenía sus puertas cerradas. Ya el hombre había ido en otras oportunidades al lugar para entrevistarse con su exesposa, sin que ocurrieran incidentes de mayores significaciones.

Por ese motivo, nadie pensó que el comerciante representara amenaza alguna y no consideraron necesario notificarlo a las autoridades policiales de Seboruco.

Méndez, quien llevaba un pequeño bolso, terciado, permanecía en la zona, esperando que abrieran las puertas del negocio para conversar con Ana Isabel Pérez, quien fue sorprendida por el sujeto cuando recién abría. El hombre sacó a relucir el arma de fuego y la mujer, aterrada, intentó ponerse a salvo. Fue hasta la sala e ingresó a un pequeño lugar, tal vez para ocultarse, pero no lo consigue por la falta de espacio y quedó a merced del hombre, que de inmediato le dispara, causándole la muerte. Se dice que Méndez accionó en tres oportunidades el revólver contra su excompañera y luego volvió el arma contra sí mismo, para dispararse en la cabeza.

Nada se pudo hacer por prestarles auxilio, debido a que su muerte ocurrió en cuestión de minutos.

Los detectives Contra Homicidios del CICPC de La Fría aún siguen las investigaciones sobre los hechos ocurridos la mañana del domingo y particularmente sobre el origen del arma, un revólver calibre 38, plateado, que no presenta marca visible y con seriales devastados. Se intenta establecer su procedencia y si aparece vinculado a otro hecho de sangre, por lo que sería llevado a experticias.

Asimismo, los testigos fueron trasladados a la sede del CICPC, en La Fría, para ser entrevistados, entre los cuales se encuentran familiares y parientes de los fallecidos. Se espera que aporten detalles sobre el caso, que sean de utilidad para las pesquisas, entre ellas la existencia de un supuesto pretendiente que tenía Ana Isabel y que habría generado una reacción de tipo pasional en el homicida-suicida.