Aparece en Australia un monolito con intrigantes coordenadas grabadas y desaparece a los pocos días Camila Rubio diciembre 15, 2020 MUNDO La aparición de misteriosos monolitos no para y esta vez le tocó a Australia. Al sur del país fue encontrada esta semana una estructura metálica cubierta de unas intrigantes inscripciones encriptadas, pero a los pocos días se esfumó sin dejar rastro, informan medios locales. El monolito fue visto por primera vez la tarde del jueves en un campo de la localidad de Noarlunga, cerca de la ciudad de Adelaida. Al igual que otros objetos similares que han aparecido en distintas partes del mundo, la pieza de metal consta de tres lados y mide tres metros de altura. Sin embargo, lo particular de este nuevo pilote triangular es que una de sus caras contenía grabados encriptados, que serían coordenadas. Según los informes, la primera marca la Trump Tower en Nueva York, otra indica una pequeña isla deshabitada en las Islas Marianas del Norte y la tercera, y la más curiosa conduce a la Gran Esfinge de Giza en Egipto. Este sábado, los medios informaron que el monolito había desaparecido y que lo único que quedaba en el lugar eran tres varillas de acero que servían de soporte. De momento se desconocen detalles sobre el origen del objeto, pero las autoridades han señalado que no les sorprendía que su pueblo hubiera sido elegido como ubicación para el monolito. La aparición de la primera estructura metálica tuvo lugar en noviembre pasado en el estado de Utah (EE.UU.), pero luego se multiplicaron en la costa de California. Tras viralizarse en las redes sociales, otros monolitos fueron brotando en el Reino Unido, Países Bajos y Rumania. Ciertamente, la aparición de estos objetos está rodeada de misterio, ya que se desconoce cómo o quiénes hacen el montaje. Exceptuando, claro, el caso de Utah, donde un grupo de artistas estadounidenses, los autodenominados The Most Famous Artist, asumieron la autoría. Mientras, sigue el anonimato y crecen las especulaciones sobre el origen de los monolitos: algunos los atribuyen a extraterrestres.