Ya sea como método de pago o como valor de inversión, las criptomonedas (y el bitcoin en concreto) se han abierto un hueco en la cartera de muchos ciudadanos en los últimos años. El valor de las criptodivisas más populares, además, acumula meses al alza: un bitcoin equivale a más de 43.700 euros mientras que el Ethereum, por citar otro ejemplo, ya cotiza a 1.450 euros.

Primero, antes de adentrarnos en su cotización, es interesante analizar su funcionamiento. ¿Qué es un bitcoin y cómo se crea? Consultamos a Cristina Pérez Solà, profesora de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) especializada en criptodivisas y protocolos seguros de blockchain.

“Bitcoin es una moneda basada en la criptografía que funciona sobre una red P2P. Bitcoin utiliza dos primitivas criptográficas, que son la base de su seguridad. Por un lado, la criptografía de clave pública, que le permite realizar firmas digitales para autorizar pagos sin que estas autorizaciones puedan ser falsificadas. Por otro lado, las funciones hash, que son la base de la prueba de trabajo, que permite generar un consenso en la red P2P y, con ello, evitar que haya doble gasto de la moneda”, explica.

Por tanto, dos usuarios que quieran hacer una transacción con bitcoins deben contar con un ‘monedero virtual’ que disponga tanto de esta clave pública como de la privada.

Una vez compartidos estos códigos, se pueden transferir bitcoins de una cuenta de origen a otra de destino siempre que haya saldo en la primera. Todo ello de forma encriptada. ¿Y cómo se evita que un usuario gaste más criptomonedas de las que en realidad tiene? ¿O que gaste dos veces una misma moneda? Responde la experta:

“Pues bien, con el objetivo de prevenir el doble gasto, Bitcoin anota todas las transacciones ocurridas en un registro común conocido como cadena de bloques o blockchain. De este modo, cuando se recibe una transacción, se puede comprobar si los bitcoins que esta gasta ya han sido gastados en el pasado o no”.

Todo un sistema autogestionado por el propio funcionamiento de la criptodivisa y que no depende de ningún banco central o gran intermediario que revise el proceso. Con este tipo de monedas, tanto emisor como receptor se conectan entre sí de forma directa y dejan una ‘muesca’ en la gran cadena de transacciones que se realizan a diario.

Los ‘mineros’ certifican las transacciones y obtienen bitcoin como contrapartida

¿Quiénes son los encargados de dar fe de esta transacción? Los denominados ‘mineros’, una red de usuarios que aportan fuerza de trabajo (es decir, potencia de procesamiento a través de numerosos servidores) para comprobar que las transacciones son válidas y no repetidas. 

A cambio de poner en común su capacidad de verificar transacciones, estos ‘mineros’ obtienen una cantidad variable de bitcoin. Hoy en día, solo grandes instalaciones de procesamiento (con decenas de ordenadores funcionando simultáneamente) pueden hacer esta tarea, siendo tan grandes y ágiles que monopolizan el sistema de verificación de transacciones.

De acuerdo, una vez conocida la parte teórica… ¿es rentable invertir en ellas? Lo cierto es que el valor de estas divisas ha crecido de forma exponencial en los últimos años, aumentando el temor de que se trate de una burbuja artificial que pueda estallar en cualquier momento.

El bitcoin, en este sentido, pasó de cotizar a 350 euros la unidad allá por marzo de 2016 a 6.500 euros en junio de 2018. La barrera de los 10.000 se batió en octubre de 2020 y en apenas cinco meses su valor se ha cuadruplicado.

Evolución del valor del bitcoin a lo largo de los últimos años. Fuente: coindesk.com

Este boom ha hecho saltar las alarmas de varias instituciones, que ya han alertado sobre los peligros de invertir en criptomonedas. El Banco de España emitió un comunicado conjunto con la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a inicios de febrero en el que alertaron de “su extrema volatilidad, complejidad y falta de transparencia, que las convierten en una apuesta de alto riesgo”.

Según explican, aún no existe un marco regulatorio que fije las normas de juego en este mercado, algo que afecta a las “garantías y protección” que sí tienen otros productos financieros.

Además, advierten sobre su “limitada” aceptación como medio de pago, la posibilidad de “robo, estafa o pérdida” o su “alto componente especulativo”.

Sobre las estafas relativas al bitcoin se trata de un timo que está circulando recurrentemente en los últimos meses y en el que se insta a invertir en bitcoin usando como reclamo a caras conocidas como Leo Messi, Amancio Ortega o Risto Mejide.