Seguro te ha pasado que estás tratando de llevar una vida saludable, pero tu pareja no tiene la misma meta y no te ayuda.

Lo intentas convencer, pero no quiere, puede resultar frustrante. Sin embargo, no te desanimes, recuerda que debes cuidarte por tu salud.

Expón tus argumentos con júbilo porque es una decisión a la que tu compañero se unirá gustosamente más adelante cuando vea en ti los resultados.