Los dogecoins se han disparado a máximos históricos y ya valen más que empresas como Vodafone o Twitter. ¿Pero cómo puede ser que una criptomoneda con la cara de un perro valga millones?

Todo empezó en 2013 cuando los ingenieros Billy Markus y Jackson Palmer decidieron crear una criptomoneda con la cara del shiba japonés que protagoniza uno de los memes más populares de Internet. Su objetivo era crear una moneda con la que se pudieran realizar transacciones sin pagar comisiones. Así que básicamente cogieron el código fuente de Bitcoin y lo vistieron con una imagen totalmente pop. Hicieron el chiste del chiste. Si Bitcoin se burlaba de los bancos, ellos se burlaban de Bitcoin.

Pero a pesar de su maravillosa estética internetera nada la hace especialmente diferente al resto excepto por el apoyo que recibe de los foreros de Reedit y del propio Elon Musk, máximo responsable de que la criptomoneda haya aumentado su valor en más de un 78%. ¿Pero realmente ese es su valor real? ¿Hasta cuándo seguirá subiendo su precio? ¿Y cómo de cara acabará saliendo esta broma?