La Mansión de Playboy era el lugar donde Hugh Hefner, fundador de la revista para adultos, tenía un inmenso refugio donde organizaba las mejores fiestas de California.

Muchos eran los personajes famosos y personas con alto poder económico que visitaban la mansión para divertirse en las lujosas fiestas que organizaba Hugh Hefner, fallecido el 27 de septiembre de 2017.

La casa contaba con todo tipo de lujos como una enorme piscina, salas recreativas e incluso un zoológico. Pero sus fiestas salvajes eran su principal reclamo.

Mansión Playboy: llena de reglas

Pero según los que vivían allí, la Mansión de Playboy no era todo lo que parecía. Para las novias de Hugh Hefner y las conejitas de Playboy que eran invitadas a establecerse en la Mansión, la vida allí era muy estresante y estaba llena de reglas restrictivas que era «como estar en prisión».

Según Carla Howe, una de las conejitas, en la vivienda había un toque de queda a las 21:00 horas y la prohibición de invitar a ningún amigo o visitante que fuese hombre.

Las hermanas Karissa y Kristina Shannon afirmaron a Los Angeles Times que no se les permitía tener novio ni «tener niños por la casa». Además, si decidías abandonar la Mansión de Playboy no podías regresar.

Según otra conejita de Playboy llamada St. James, Hugh Hefner les repartía el dinero según él consideraba, usándolo a modo de premio o castigo, haciendo notar cuándo no le gustaba una actitud.

Incluso lo demostraba a través de la posición que ocupaban en la mesa a la hora de sentarse a comer.

«Había tres mesas de comedor. En una habitación estaba la mesa superior de ‘Hef’ donde todos querían sentarse, luego estaba la mesa familiar, que es la segunda mejor opción. Pero en otra habitación al lado de la cocina estaba la mesa para los invitados más humildes, los don nadie y las chicas que lo han molestado«, contó Melissa Howe.