Jackson, un niño venezolano de 11 años conmovió con su historia de vida en el estreno del concurso La Voz Kids Colombia.

El niño llegó a su audición acompañado de su madrina, la mujer que lo adoptó y quien lo ayudó en la música y su aprendizaje.

De acuerdo con la mujer, quien tiene un local comercial, un día el niño llegó al establecimiento y le pidió que le permitiera cantar, dejándola gratamente sorprendida. 

Con el paso del tiempo, Jackson siguió frecuentando el lugar y, con permiso de su padre, la mujer le pagó un profesor para que aprendiera a leer. 

Desde entonces, tienen una relación muy cercana, pues ella lo quiere como si fuera uno de sus hijos. 

El criollo sorprendió a los jurados con su presentación, tras interpretar Mi salón está de fiesta ocasionando que Natalia Jiménez y Andrés Cepeda voltearan sus sillas. 

Cuando uno de los jurados le preguntó por su lugar de origen, Jackson respondió que de Venezuela y, de inmediato, empezó a llorar. 

Ante las lágrimas del pequeño, Natalia se acercó para consolarlo y preguntarle el motivo de su llanto. 

El niño, con la voz entrecortada, le explicó que él vivía en las calles y que siempre había soñado con estar en ese escenario. 

“Como son las cosas. Yo, en mi mente, decía: Algún día tengo que ir a La Voz Kids y ahora es donde me encuentro”, manifestó. 

Ante las palabras del menor, Natalia lo reconfortó y le aseguró que no existe nacionalidad para cumplir los sueños, recordándole que ella también es una extranjera en Colombia.

“Yo quiero que sepas que aquí no importa de dónde vengas. No importa si vienes de la calle; no importa si vienes de otro país, como yo; no importa si vienes de una situación desagradable o difícil. Aquí siempre hay un espacio para cumplir sueños”.

Idea con la que concordó Andrés Cepeda, director del equipo por el que finalmente se decidió el pequeño.