El presidente de Perú, Pedro Castillo, ratificó en su primer discurso al país que su primer paso será presentar un proyecto de ley para conformar una Asamblea Constituyente que permita la redacción de una nueva Carta Magna. 

Según el jefe de Estado, es necesario cambiar la actual Carta Magna para acabar con la corrupción y modificar el modelo económico de la nación.

Esto con el fin de impulsar beneficios para todos los sectores de la población, especialmente para las personas más vulnerables.

No obstante, prometió que lo hará respetando la ley y con las herramientas que brinda la Constitución actual.

Descartó Pedro Castillo que vaya a ejecutar la estatización de alguna actividad productiva.

En su lugar, anunció la defensa del concepto de «rentabilidad social» en las inversiones privadas y la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología.

«No pretendemos, ni remotamente, estatizar ninguna economía, ni hacer una política de control de cambios», dijo. Salió así al paso de las críticas a sus propuestas de campaña.

Recordó que «se ha tratado de asustar a la población con el cuento» de que quería «expropiar los ahorros, las casas, los automóviles, las fábricas», lo cual, aseguró, «es totalmente falso».

«No haremos nada de eso, queremos que la economía mantenga un orden y predictibilidad, que es la base de las decisiones de inversión», agregó.

Primeros anuncios

Pedro Castillo declaró que es posible realizar los cambios que espera la población en Perú «con responsabilidad, respetando la propiedad privada y poniendo adelante los intereses de la nación».

«Lo que nosotros propugnamos es que se acaben los abusos de los monopolios, de los consorcios que corrompen y cobran sumas artificialmente elevadas por los bienes y servicios básicos, como el gas doméstico y las medicinas», indicó.

En ese sentido, anunció que implementará «el criterio de rentabilidad social» en la actividad minera y otras industrias.

Asimismo, que la recaudación de impuestos o regalías sea positiva y relevante, mejorar el nivel de empleo y salarios, de acuerdo con lo que señala la Organización Internacional del Trabajo.