El Ministerio de Seguridad Nacional de Trinidad y Tobago ordenó ubicar a al menos 200 migrantes venezolanos en un Centro de Detención de Inmigración para ser deportados por órdenes de la primera ministra del país, Kamla Persad-Bissessar.

La orden la había propuesto Persad-Bissessar como parte de su política migratoria, pero no fue hasta este lunes 27 de octubre que el secretario permanente del Ministerio de Seguridad Nacional, Videsh Maharaj, envió la solicitud, en la que explica que todos los migrantes ilegales serían amontonados antes de ser deportados.

Los indocumentados, según agregó Maharaj en el pedido, no quedarán previamente supervisados por las autoridades como una orden oficial, sino que serán deportados en masa como un ejercicio migratorio.

Persad-Bissessar, de igual manera, culpó a la pasada administración por fallar en enfrentar la situación migratoria ilegal, de la cual aseguró que está vinculada con la criminalidad en el país.

«Eso fue lo que permitieron que pasara por los pasados diez años. No hubo ningún intento para que nuestros antecesores separaran a aquellos inmigrantes venezolanos que legítimamente escapaban de su país a aquellos que venían acá con intenciones criminales», sostuvo Persad-Bissessar en aquel momento.