Un grupo de venezolanos en Argentina rechazaron la violación de una compatriota de solo 18 años, que fue engañada con el ofrecimiento de un empleo publicitado en Facebook. Movidos por la indignación se concentraron frente al local Garzón uniformes de Irineo Humberto Garzón, Alias Santiago Garzón, con el propósito de exigir que el hombre sea apresado nuevamente y condenado.

Desde que se conoció sobre el caso, el descontento generó una protesta por las redes para exigir justicia, prisión y condena del presunto violador.

A través de la etiqueta #GarzónViolador, los manifestantes venezolanos pretenden darle mayor visibilidad al hecho, con el propósito de conseguir la detención del sujeto y una mayor condena para el agresor.

El hecho se registró el pasado sábado cerca de las 2.00 de la tarde, cuando la joven (cuyo nombre se reserva para protegerla) fue citada a un local de la calle Paso al 600, en el barrio porteño de Balvanera, para realizar una entrevista laboral que coordinó momentos antes por la red social Facebook.

El hombre fue sorprendido prácticamente en flagrancia, según indicaron los manifestantes. Sin embargo, la jueza Karina Zucconi le dio el beneficio de libertad debido a que «no tiene antecedentes». Adicional a eso, califica el delito como «abuso sexual simple».

Cuando fue rescatada, la joven aún estaba en shock. El agresor fue liberado a las 48 horas por una jueza.

Recuento

Thais, la madre de la víctima, explicó a la agencia de noticias Télam que el acusado le pidió a su hija cenar el viernes para así «poder hablar sobre el trabajo», propuesta que la joven rechazó y finalmente arregló presentarse al local el sábado por la mañana.

Ante esa circunstancia, la madre le solicitó a la muchacha que al llegar al lugar le enviara una foto del frente del comercio y los datos del dueño.

Finalmente, la joven arribó ese sábado al comercio, dedicado a la venta de indumentaria del rubro de la medicina, realizó la entrevista y comenzó a trabajar normalmente.

Según el relato de la mujer, durante la jornada de trabajo, el acusado le ofreció varias veces «un vaso de gaseosa o de jugo» que finalmente aceptó cerca del mediodía.

De acuerdo con su relato ante los investigadores, tras beber un vaso de agua comenzó a sentirse mareada, por lo que le envió un mensaje a su hermana explicándole la situación.

«Creo que el dueño de donde trabajo me drogó, porque me siento mareada», expresó la joven en el mensaje que envió a través de WhatsApp, en el que agregó la dirección en dónde se encontraba.

La hermana de la joven avisó a su madre, quien se encontraba cerca del comercio. La mujer enseguida denunció el hecho, por lo que personal policial arribó al lugar y encontró el local con las puertas cerradas y la santamaría baja.

Tras llamar varias veces, la policía ingresó, detuvo al hombre y hallaron a la joven tirada sobre una escalera en el fondo del comercio con el torso desnudo y supuestamente bajo el efecto de psicotrópicos.

«Estaba drogada, con la ropa sucia, el torso desnudo y colocada así nomás una remera del hombre. La encontramos con la ropa interior mal puesta, descalza y con los cabellos revueltos», aseguró la madre de la víctima.

Rápidamente solicitaron la asistencia del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME), que asistió a la víctima y la trasladó al Hospital Ramos Mejía, donde fue atendida por una médica legista para establecer su sufrió un posible abuso sexual.

Causa a favor del agresor

La causa quedó a cargo del Juzgado Criminal y Correccional N°15, a cargo de la jueza Karina Zucconi, quien imputó al hombre por el delito de «abuso sexual simple» y le concedió la libertad, aseguraron las fuentes.

A la vez, la joven y su madre fueron asistidas por un gabinete psicológico. «Mi hija está muy mal porque le dieron la libertad al hombre. Ella está ahora con asistencia psicológica», afirmó la progenitora de la joven.

Por último, la mujer pidió justicia para su hija: «es un violador que no debería estar suelto, sino estar preso esperando el juicio. La Justicia nos dijo que está libre porque no tiene antecedentes».