El programa de noticias de un canal local en Monterrey entrevistó al taxista involucrado en el caso de Debanhi Escobar donde -entre otras cosas- señaló que siempre quiso ayudar a la joven, pero que debido a lo que asegura fue su comportamiento errático, jamás pudo convencerla de llevarla a su casa.

Juan David Cuéllar fue el taxista, presuntamente «de confianza» que recomendaron las amigas de Debanhi Escobar para que llevara a la joven de 18 años a su casa en plena madrugada, tras una noche de fiesta. Fue él quien tomó la última foto de la joven, parada junto a la carretera de la muerte, en donde él la dejó, sola.

La imagen ha dado la vuelta al mundo y ha llamado la atención sobre ese conductor y por qué la habría dejado abandonada sola en ese tramo de carretera en el que han desaparecido tantas personas.

El padre de la joven fue más allá y dijo que el taxista había tocado a su hija de forma indebida y que por eso ella decidió bajarse.

Tras estas acusaciones de acoso sexual, Cuéllar concedió una entrevista este martes al noticiero local Info7, de Monterrey, en la que contó su versión y aseguró que él no tocó a la joven y que ella insitió en bajarse allí, mientras él le pedía a su amigas que volvieran por ella, que había decidido bajarse y que no estaba en buenas condiciones.

El joven mostró el que probablemente sea el último audio de Debanhi Escobar, así como conversaciones por Whatsapp con sus amigas, a las que envió la icónica foto, como prueba de que la joven había decidido bajarse allí.

Caso Debanhi Escobar: la versión del conductor del taxi

Según contó Juan David Cuéllar a Info7, la madrugada del 9 de abril él hizo un viaje a través de la aplicación Didi en el que llevó a unas jóvenes a una fiesta, tras recogerlas de otro lugar.

Ellas les pidieron el teléfono para llamarlo otra vez cuando terminara la fiesta. Sobre las 4 de la mañana las amigas le enviaron un mensaje para que pasara a recogerlas a la quinta donde él las había dejado antes, que según Cuéllar ya estaba cerrada. Pero al llegar, ellas se fueron en otro vehículo, un carro gris, y subieron a Debanhi con él, bajo la advertencia de que la estaban monitoreando por GPS.