La cumbre del G-7 que se inaugura este viernes en Hiroshima, Japón, y que reunirá a numerosos presidentes, planea dar un nuevo movimiento con sanciones para castigar a Rusia por la guerra de Ucrania. Estados Unidos y el resto de miembros del grupo de economías avanzadas impondrán nuevos controles a la exportación sobre Moscú.

El objetivo de las nuevas medidas es recortar la capacidad de Rusia de obtener material para librar su guerra, cerrar caminos para que no pueda evadir las sanciones y limitar la dependencia por parte de otros países del gas y el petróleo rusos, así como reducir el acceso de Moscú a los sistemas financieros internacionales.

La medida, que se aprobará durante los tres días de reunión de las naciones industrializadas busca incrementar la presión sobre el Kremlin, y demostrar su apoyo a Ucrania.

Estados Unidos planea imponer cerca de 300 nuevas limitaciones contra empresas, individuos, buques y aviones en Europa, Oriente Medio y Asia. También se sancionará a sectores de la economía rusa claves para su complejo militar-industrial, reseñó El País.

Hasta el momento se conoció qué representantes de Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá confirmaron su asistencia a la próxima reunión del G-7.