Angustiosa se ha vuelto la espera de los familiares de los 16 niños venezolanos que regresaron a Trinidad y Tobago luego de ser deportados. Permanecen a las afueras de centro situado cerca de la localidad de Erin para conocer el pronunciamiento de las autoridades.

Los 16 menores, entre ellos un bebé de 4 meses, junto a 10 adultos permanecieron casi dos días perdidos en el mar el domingo, 22 de noviembre.

La última información disponible indicaba que los menores iban a ser transportados al helipuerto de Chaguaramas para pasar una cuarentena de dos semanas, después de que la jueza Avason Quinlan-Williams ordenara durante una sesión de emergencia del Tribunal Superior detener una segunda deportación.

Amnistía Internacional (AI) envió el jueves una carta al primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, en la que le insta a proteger los derechos de los menores.