En occidente decidir mantener el apellido de soltero tras contraer matrimonio no es algo extraño, sin embargo, en Japón el panorama es distinto. En dicho país asiático que las parejas quieran mantener su apellido representa un desafío a las tradiciones milenarias de esta nación.

Existe una antigua ley japonesa que obliga a las parejas casadas a adoptar el mismo apellido. Según la legislación, cualquiera de los integrantes del matrimonio puede renunciar al de su familia. No obstante, en la práctica, casi siempre es la mujer la que pierde el suyo. Un estudio reveló que ellas son las que se lo cambian el 96% de las veces.

Por eso, nuevas parejas de jóvenes japoneses se resisten a eso. Como consecuencia de esta decisión, no pueden casarse. Esta situación, que afecta mayoritariamente a las mujeres, fue denunciada incluso por organismos internacionales como Naciones Unidas.

En dos oportunidades se quiso cambiar esta ley pero ninguno de los dos intentos tuvo éxito. Hasta ahora no es posible que las parejas elijan qué apellido tener luego de contraer matrimonio en Japón.

TRABAS JUDICIALES DEL GOBIERNO JAPONÉS

Tal como detalló la BBC, Kaori Oguni fue una de las activistas y demandantes que señalaron que la actual ley sobre los apellidos era inconstitucional y violaba los derechos humanos. Sin embargo, la justicia falló en su contra.

Los organismos judiciales de Japón señalaron a mediados de 2015 que debería ser el parlamento el que se ocupe de definir la situación de los apellidos de las parejas. Por eso, Oguni y otros activistas impulsaron proyectos de ley para conquistar su derecho. Sin embargo, tampoco prosperaron.

Desde 2018 se llevan adelante diferentes campañas para lograr concientizar a los legisladores, en su mayoría hombres. Lo que distingue las acciones de los últimos años es que cada vez más varones se unen a ellas. Además, se plantea como una cuestión de derechos humanos y no de luchas únicamente feministas o del movimiento de mujeres.

De los 18 demandantes en disputas de apellidos, la mitad son hombres. La lista incluye a empresarios y exfuncionarios que quieren que cada pareja de Japón decida qué apellido quiere tener.

«Esta es una problemática que afecta tanto a los hombres como a las mujeres», afirma Fujiko Sakakibara, abogada japonesa de 67 años, en entrevista con la BBC.

UN CAMBIO SOBRE EL APELLIDO QUE NO LLEGÓ PARA LAS PAREJAS

Yoshihide Suga es el actual primer ministro. Cuando asumió el año pasado, muchas parejas de Japón pensaron que se iba a resolver el problema de los apellidos ya que él había propuesto una modificación durante su campaña electoral.

Sin embargo, en diciembre último, el gobierno renunció a escuchar este reclamo de las parejas de Japón desacreditando el punto de vista de muchas mujeres y hombres que exigen un cambio. La propuesta de transformar la ley se reemplazó con un plan de igualdad de género que omitió el tema del apellido.

La semana pasada, la recientemente nombrada ministra de la mujer y la igualdad de género, Tamayo Marukawa, dijo que se oponía a un cambio legal que permitiera a las mujeres mantener su apellido de nacimiento. En contraposición a lo que cree la funcionaria, la mayoría de las personas de Japón apoyarían una iniciativa que modifique la situación de los apellidos de las parejas.

Una encuesta realizada en octubre último por Chinjyo Action y la Universidad de Waseda mostró que el 71% de los ciudadanos apoyan a que las personas puedan elegir qué apellido tener luego de casarse.