Se trata de una especie de espiral metálica que se coloca en la parte trasera del espermatozoide para darle impulso y facilitarle la fecundación del óvulo.

Aún no se ha probado en seres humanos, pero sus diseñadores esperan que en unos años se convierta en el método de inseminación artificial por excelencia, y en una alternativa a la fecundación in vitro, más costosa y no siempre eficaz. Se trata de Spermbot, un nanorobot, diseñado por científicos del instituto médico IFW de Dresden (Alemania), que ayuda a los espermatozoides «vagos» a llegar con facilidad al óvulo, favoreciendo así el proceso de fecundación.

Cuando alcanza su destino, la cabeza de espermatozoide se introduce en el óvulo, mientras que el tubo de metal se queda fueraConcretamente, el dispositivo es una suerte de pequeña espiral de metal que se engancha a la cola del espermatozoide para «motorizarlo». Posteriormente, se maneja generando un campo magnético que conduce al dispositivo hacia el óvulo. Cuando alcanza su destino, la cabeza de espermatozoide se introduce en el óvulo, mientras que el tubo de metal se queda fuera, ya que es demasiado grande para hacerlo.

Según los investigadores, este sistema se ha probado ya con éxito en animales, aunque están a a la espera de comprobar si efectivamente el organismo humano no genera rechazo ante este material, de 50 micras de largo por 8 de diámetro.