Parlamentarios y las ONG de Canadá piden que se investigue a Pornhub por violencia sexual y pornografía infantil Camila Rubio diciembre 12, 2020 MUNDO Pornhub, el sitio de contenido para adultos más exitoso del mundo, ha quedado en la mira. Parlamentarios y organizaciones canadienses han pedido al Gobierno federal que abra una investigación sobre las actividades de esta compañía radicada en Montreal. Se basan en un artículo publicado el 4 de diciembre en The New York Times que cuestiona el uso de imágenes de presunta explotación y agresión sexual y pornografía infantil. El periodista Nicholas Kristof se pregunta en el artículo por qué Canadá permite a esta firma sacar provecho de esta clase de vídeos cuando el primer ministro, Justin Trudeau, “se autodenomina feminista y se enorgullece de los esfuerzos de su Gobierno para empoderar a las mujeres en todo el mundo”. Con más de 42.000 millones de visitas en 2019, Pornhub se ha posicionado como uno de los grandes sitios de Internet. Pertenece a MindGeek, un conglomerado de plataformas electrónicas –principalmente de pornografía- cuyo cuartel general está ubicado en Montreal (Quebec), pero que aparece registrado en Luxemburgo por motivos fiscales. Pornhub ha construido también su fama gracias a campañas de publicidad, colaboraciones con famosos y la difusión de sus estadísticas de tráfico. “Su sitio está infestado de vídeos de violaciones. Monetiza abusos a menores, pornovenganza, vídeos de cámaras ocultas de mujeres duchándose, contenido racista y misógino, e imágenes de mujeres asfixiadas en bolsas de plástico. La búsqueda de ‘niñas menores de 18 años’ (sin espacio) o ’14 años’ conduce en cada caso a más de 100.000 vídeos”, escribe Kristof, quien entrevistó a varias víctimas. Francis Fortin, profesor de criminología en la Universidad de Montreal, comenta: “En Pornhub hay productoras que difunden contenidos, pero también hay vídeos amateur. Muchos de estos pueden destruir vidas cuando no hay consentimiento. Respecto a la violencia, las plataformas sostienen desde hace tiempo que no hay forma de saber si son imágenes reales y que existen lagunas legales. No obstante, la ley canadiense es muy clara y severa en el caso de la pornografía infantil”. Fortin, quien antes de incorporarse a la vida académica fungió como analista en cibervigilancia en la Policía provincial de Quebec, agrega: “Lo que sorprende, tanto en Pornhub como en otras firmas de Internet que generan ganancias millonarias, es que no desplieguen todos los medios para verificar sus contenidos. Durante años, el discurso de estas compañías ha sido que son solo un vehículo, un mensajero. No es posible que esta idea siga justificándose en estos tiempos. Es necesario hablar del nivel de responsabilidad que tienen para asegurarse que sus contenidos no sean ilegales. Algunas ya han dado ciertos pasos tras las presiones, como Facebook, pero no es una tendencia general”. El Centro Canadiense de Protección Infantil (con sede en Winnipeg) publicó el 1 de diciembre un informe que da cuenta de otro problema: la mayoría de los sitios web y aplicaciones más populares del mundo carecen de herramientas para denunciar con facilidad la pornografía infantil. Este organismo llegó a dicha conclusión al analizar contenidos en Twitter, YouTube, TikTok, entre otros actores de importancia. También lo hizo con sitios de pornografía; Pornhub fue de uno de ellos. Pornhub catalogó los señalamientos de The New York Times como “irresponsables y flagrantemente falsos”, a través de un correo electrónico difundido por The Canadian Press. La empresa señaló que tiene una política de tolerancia cero respecto a los materiales de abuso sexual a menores, y que para ello utiliza “un vasto equipo de moderadores humanos” para revisar contenidos y eliminar los que sean ilegales, junto con tecnologías de detección automatizadas. El mismo día de la aparición del texto en el diario neoyorquino, el primer ministro Trudeau abordó el tema, aunque sin citar específicamente a Pornhub. “Siempre estamos muy preocupados por la violencia de género, la explotación de menores y la pornografía infantil. Continuaremos trabajando con las agencias de policía y de seguridad, bajo todas las vías posibles, para garantizar que todos los canadienses estén a salvo”, manifestó. Por su parte, Steven Guilbeault, ministro del Patrimonio canadiense , indicó que la producción, la distribución, la posesión o el acceso a la pornografía infantil constituye un crimen en Canadá. Sin embargo, un grupo de diputados y senadores pidieron a David Lametti, ministro de Justicia, que tome medidas enérgicas contra Pornhub y MindGeek, ya que consideran que se benefician de “crímenes sexuales a gran escala”. Los parlamentarios denuncian la inacción del Gobierno de Trudeau, ya que ignoró una carta con los mismos argumentos enviada en marzo pasado. En ese mismo mes comenzó a circular una petición en línea –lanzada por el organismo Exodus Cry- para reclamar el cierre de Pornhub por permitir y beneficiarse de la presunta violación y explotación de mujeres y menores. Hasta el momento, más de 1,2 millones de individuos han rubricado su apoyo. El Centro contra el Abuso a Mujeres de London (Ontario), que también pide que Pornhub y MindGeek rindan cuentas, recordó en Twitter que “las víctimas de la pornovenganza pueden experimentar un daño significativo en su salud mental, incluidos problemas de autoestima, trastorno de estrés postraumático, ansiedad, depresión, pensamientos suicidas, entre otros efectos”. Por su parte, Marissa Kokkoros, directora de Aura Freedom International (organización fundada en Canadá para luchar contra la violencia de género) señaló en un comunicado la responsabilidad de Pornhub en la difusión de imágenes cargadas de misoginia, crueldad, coacción y abuso infantil. “La gente está viendo estos videos y se está volviendo insensible a la violencia y a la violación. Además, los jóvenes consumen este contenido y se forman percepciones sesgadas de cómo es el sexo consensuado”, expresó Kokkoros. Las críticas llegaron también a la Asamblea quebequesa. El Partido Liberal de Quebec exigió a Ottawa y al Gobierno provincial que investiguen a Pornhub y que tomen medidas para validar -de forma efectiva- la identidad, la edad y el consentimiento de todo individuo que aparezca en sitios de material pornográfico. Tras el revuelo, Pornhub informó el martes que en 2021 desarrollará un sistema para verificar la identidad de los usuarios que quieran subir vídeos. Por el momento, solo las empresas de producción pornográfica podrán compartir sus contenidos. Además, será imposible para los usuarios descargar las imágenes. “Y la moderación mejorará, lo prometemos”, indicó la empresa. Steven Guilbeault dijo que “es alentador ver que las plataformas en línea están tomando medidas para abordar estos problemas”, aunque reconoció que se necesitan regulaciones más estrictas y colaboración internacional. Trudeau declaró el mismo día que su Gobierno planea presentar un proyecto de ley para obligar a las empresas de Internet a eliminar contenidos ilegales. Por ejemplo, pornografía infantil y mensajes de odio. En la misma sesión parlamentaria, Bill Blair, ministro de Seguridad Pública, señaló que había contactado a la Policía Montada de Canadá para que este cuerpo ofrezca su ayuda a las autoridades quebequesas en el tema de Pornhub. Visa y MasterCard habían informado que investigarían a la firma. Este jueves, MasterCard anunció el fin de su relación con Pornhub; Visa ha suspendido temporalmente los servicios de pago con este sitio de pornografía mientras no concluyan sus pesquisas. “Las empresas de la red deben redoblar esfuerzos recurriendo a las herramientas de reconocimiento y de denuncia. No solo con inteligencia artificial; también con monitoreo humano, información compartida con organismos de protección de la infancia y agencias de seguridad. Debemos recurrir a los medios jurídicos al alcance. Es difícil, aunque muy encomiable, el trabajo de la policía para detener a la gente en sus sótanos, así que el golpe es más fuerte atacando el problema desde un gran distribuidor”, afirma Francis Fortin. La pornografía infantil y las violaciones en pantalla, entre otras lacras, no solo pertenecen a las catacumbas de Internet.