Vladimir Putin no quedó bien parado. Eso no es un secreto a voces. Antony Blinken, secretario de Estado de los Estados Unidos expresó en el programa de entrevistas de CBS News Face the Nation, que el levantamiento del ejército privado Wagner y su líder Yevgeny Prigozhin fue “un desafío directo a la autoridad de (Vladimir) Putin”, presidente ruso, afirmando que “plantea preguntas profundas, muestra grietas reales”.

Blinken indicó que no quería especular sobre adónde conducirían las “grietas emergentes”.

Expertos militares han dicho que el régimen del presidente ruso ha sufrido “daños sustanciales” como resultado de la rebelión.

Degradación

Los eventos mostraron la “degradación” de las reservas militares de Rusia, la erosión del monopolio de Putin sobre sus servicios de seguridad y la falta de experiencia de los reclutas que defienden las fronteras rusas, sustentó en un comunicado el Instituto para el Estudio de la Guerra.

Patricia Lewis, directora del programa de Seguridad Internacional en el grupo de expertos de Chatham House, dijo que Putin se ha “debilitado” por los acontecimientos en el país.

Mientras tanto, Ben Barry, investigador principal de guerra terrestre en el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, expresó: “Estos eventos habrán sido de gran consuelo para el gobierno y el ejército ucranianos”.